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¿Tiene autismo mi hijo?

Hoy desde BLaClinic Logopedia,tu clínica de logopedia en Granada, queremos hablarte del autismo en niños y señales de alerta. Si te preguntas “¿cómo puedo saber si mi hijo tiene autismo?”, quédate, te vamos a dar todas las claves.

El autismo, formalmente “trastorno del espectro autista (TEA)” es un trastorno neurobiológico del desarrollo que dura toda la vida desde la infancia. Aproximadamente según la prevalencia, 1 de cada 100 niños nacidos lo desarrolla y se da casi cuatro veces menos en niñas que en niños.

Podemos considerar un aspecto crucial a la detección precoz, sin embargo es muy difícil detectar este trastorno en edades inferiores a 2 años. Acude a un especialista cuando empieces a notar signos de alerta, solo así se puede responder a ¿cómo saber si mi hijo tiene algún tipo de autismo? Cuanto antes se realice el diagnóstico, mayor beneficio tendrá el pequeño.

Pero, ¿cómo saber que mi hijo tiene autismo? El autismo presenta un espectro muy amplio, así que el caso de cada niño es distinto y tiene signos distintos.

Desde nuestra clínica de logopedia en Granada os damos algunos de los indicativos más comunes:

  • Al no mostrar interés comunicativo ni compartir intereses, no suelen buscar el interés de otra persona o niño.
  • No suelen pedir ayuda para conseguir las cosas.
  • No realizan juegos simbólicos como fingir que los juguetes son reales o imitar la conducta de los adultos con sus juguetes.
  • Evitan el contacto ocular. Es posible que pronuncies su nombre y no te mire o, si habláis, que no te mire a la cara.
  • En ocasiones piensas que pueda llegar a ser sordo porque no responde
  • Puede disgustarle el contacto físico debido a las hipersensibilidades que pueden presentar en los sentidos (olores, tacto, gusto…). A la hora de comer tienen difícil cambiar de texturas y sabores. Es una tarea complicada pasar del líquido a las otras texturas. Son muy selectivos.
  • Pueden molestarles los ruidos
  • Pueden ser niños cuadriculados (tercos) y maniáticos a la hora de colocar las cosas.
  • Tienen intereses restringidos. se pueden llegar a “obsesionar” por algún juguete o cosa en concreto
  • Los cambios de hábitos les pueden producir ansiedad o enfados.
  • Si no saben hablar, pueden realizar sonidos repetitivos sin intención comunicativa
  • Si hablan, tienen ecolalias (palabras o frases reproducidas continuamente fuera de contexto por el niño/a).
  • Se estimulan con intereses inusuales y repetitivos.
  • Aunque hablen no tienen la capacidad para entender bromas, chistes, ironías, mentiras o metáforas.
  • La impulsividad suele estar presente.

Suele ser a la edad de los 3 o 4 años cuando estos signos se hacen más evidentes y por tanto más destacado, lo cual hace que se pueda dar un diagnóstico. Por eso es muy importante que se puedan detectar estos signos lo más tempranamente posible y así poder empezar a fomentar un buen desarrollo del niño.

Normalmente cuando un niño a edad temprana presenta el trastorno del espectro autista un signo de alerta suele ser que no desarrolla el lenguaje al ritmo esperado, pero eso no significa que no vaya a hablar, de hecho el problema que nos encontramos como profesionales es que precisamente porque el niño empieza a hablar y a desarrollar ese lenguaje aunque sea tardío, es lo que hace que los papás os relajéis y no os deis cuenta de que existen otras dificultades de componente no verbal. Ser evaluado por un profesional del lenguaje, Logopeda es fundamental para determinar el diagnóstico del espectro autista dentro de su amplitud.

Por ejemplo dentro de este espectro Autista también encontramos el llamado Síndrome de Asperger, el cual es un trastorno del neurodesarrollo y que afecta mayormente a la comunicación social, verbal y no verbal. Además de tener gran dificultad en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento.

Pero ¿Cómo podemos saber que un niño puede tener este síndrome? Los signos más evidentes que podemos encontrar son:

  • Suelen ser rígidos ante cambios, ya sea de lugares como en pensamiento.
  • Suelen tener dificultad en hacer amigos, o mantener la relación en un grupo solo con uno de ellos.
  • Tienen un habla muy compleja y formal que no suele ser típica a su edad, sino a uno mayor.
  • Suelen ser buenos en habilidades de memoria y matemáticas.
  • Entienden la ironía, las metáforas, el sarcasmo y los chistes literalmente. No entienden el significado que lleva una metáfora.
  • No suelen saber la diferencia entre una broma y una mentira.
  • En el juego buscan ganar y ser primeros siempre, y ante el fracaso, se suelen frustrar.
  • Cuando hay un tema que les interesa, pueden hablar durante mucho tiempo sobre él, y no saber cuándo deben terminarlo.

Por eso es muy importante que se puedan detectar estos signos lo más tempranamente posible y así poder empezar a fomentar un buen desarrollo del niño.