El desarrollo del lenguaje es uno de los hitos más importantes en la infancia. Las primeras palabras, las combinaciones de frases y la capacidad para comunicarse de forma clara influyen directamente en el aprendizaje, la socialización y la autoestima del niño. Sin embargo, no todos los pequeños siguen el mismo ritmo, y en ocasiones pueden aparecer señales que indican que es recomendable acudir a un profesional. Si buscas una clínica de logopedia infantil en Granada, es fundamental conocer cuáles son esos signos de alerta y en qué momento la intervención de un logopeda infantil puede marcar la diferencia.
Signos tempranos de dificultades del habla
Los logopedas infantiles recomiendan prestar atención a determinadas señales desde el primer año de vida. No se trata de comparar a los niños entre sí —cada uno tiene su ritmo—, sino de observar si se están cumpliendo ciertos hitos básicos del desarrollo del lenguaje.
Algunas señales tempranas a tener en cuenta son:
1. Entre los 12 y 18 meses
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No balbucea o balbucea muy poco.
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No señala objetos ni responde a su nombre.
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No intenta imitar sonidos del entorno (animales, coches, sonidos cotidianos).
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Tiene un vocabulario muy reducido (menos de 10 palabras a los 18 meses).
2. Entre los 18 meses y los 3 años
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No combina dos palabras (“más agua”, “mira mamá”).
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Parece no comprender instrucciones sencillas como “dame el juguete”.
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Pronuncia muy pocas palabras y se irrita al no poder comunicarse.
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Usa gestos para casi todo en lugar de palabras.
3. A partir de los 4 años
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Habla de forma poco inteligible para personas fuera del entorno familiar.
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Sustituye muchos sonidos (por ejemplo, decir “tapo” en lugar de “sapo”).
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Tartamudea de manera persistente (bloqueos, repeticiones constantes).
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Tiene un vocabulario limitado o le cuesta formar frases completas.
Si observas alguno de estos signos, lo recomendable es solicitar una valoración profesional con un logopeda infantil, ya que cuanto antes se detecten las dificultades, mejores serán los resultados.
Cómo puede ayudar un logopeda infantil
Un logopeda especializado en niños evalúa, diagnostica y trata dificultades relacionadas con el habla, el lenguaje, la comunicación y la deglución. Su trabajo va mucho más allá de “enseñar a pronunciar bien”.
Entre las principales áreas en las que interviene un logopeda infantil se encuentran:
Alteraciones del habla
Dificultad para pronunciar determinados sonidos (como la /r/), sustituciones, omisiones o distorsiones que afectan a la claridad del habla.
Retraso o trastorno del lenguaje
Cuando el niño presenta menos vocabulario del esperado, dificultades para formar frases o problemas para comprender el lenguaje.
Trastornos de fluidez (tartamudez)
El logopeda trabaja técnicas de respiración, ritmo y estrategias comunicativas para mejorar la fluidez.
Dificultades miofuncionales
Problemas como respiración oral, deglución atípica o hábitos perjudiciales (uso prolongado de chupete, succión digital).
Alteraciones de la voz
Afonías frecuentes, gritos, abuso vocal o nódulos.
Tras una evaluación completa, el profesional diseña un plan de intervención adaptado a la edad y necesidades del niño, trabajando con juegos, dinámicas visuales, cuentos, materiales manipulativos y ejercicios específicos.
Beneficios de la intervención temprana
La evidencia científica es clara: intervenir pronto mejora notablemente el pronóstico en la mayoría de dificultades del habla y del lenguaje.
Entre los principales beneficios destacan:
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Mejora de la comunicación y reducción de la frustración del niño.
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Desarrollo adecuado del lenguaje oral y comprensión.
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Facilitación del aprendizaje escolar, especialmente lectura y escritura.
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Mejor relación social con otros niños.
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Prevención de problemas futuros, como dificultades académicas o problemas de autoestima.
Cuanto antes se inicie el tratamiento, más fácil es modificar patrones incorrectos y estimular el lenguaje de forma eficaz.
Ejercicios sencillos para estimular el lenguaje en casa
Además del trabajo con un logopeda, existen actividades que las familias pueden realizar a diario para favorecer el desarrollo del lenguaje. Estos ejercicios son recomendados por profesionales y no sustituyen la intervención, pero potencian los avances.
1. Hablarle despacio y con claridad
No se trata de infantilizar, sino de pronunciar correctamente y dejar tiempo para que el niño procese la información.
2. Describir lo que hacéis juntos
Durante el baño, la comida o el juego, explica lo que está sucediendo:
«Ahora vamos a lavar tus manos… este coche es rojo… el perro está corriendo…”
3. Dar opciones para fomentar el uso de palabras
En lugar de interpretar todo lo que señala, puedes preguntar:
«¿Quieres agua o leche?»
Así se favorece la elección verbal.
4. Leer cuentos a diario
Favorece el vocabulario, la comprensión y la estructura del lenguaje. Puedes hacer preguntas sencillas: “¿Dónde está el gato?”
5. Juegos de imitación
Imitar sonidos de animales, objetos o acciones fomenta la atención, el juego simbólico y el habla.
Si buscas especialistas en logopedia infantil en Granada, detectar las señales a tiempo y acudir a un profesional puede marcar un antes y un después en el desarrollo del lenguaje de tu hijo. En las clínicas del Grupo BlaClinic estamos siempre con las puertas a abiertas a recibiros e informaros de todo. La primera consulta es gratuita.

